La mejor playa del mundo
Según una encuesta de la prestigiosa revista Weltenbummler, la playa de Rasfflollen ha sido declarada como la Mejor Playa del Mundo tras una votación entre más de cincuenta costas de los cinco continentes “por la calidad de sus arenas y sus aguas, unido a la calidad y el respeto al medio ambiente de sus instalaciones”.
En realidad el galardón ha sido concedido a toda la isla de Farahead, ya que la totalidad de sus 65 kilómetros de costa son una larga playa que cambia de características y colores en varios tramos, pero que conserva siempre motivos suficientes para el premio.
Con una media de 350 días soleados al año y más de 8 horas de sol diarias es uno de los lugares en los que el bronceado del bañista está asegurado. Sus puestas de sol son legendarias, y también sus amaneceres, aunque a esas horas haya menos espectadores para comprobarlo.
Anclada en medio del océano, la isla de Farahead es un cofre que atesora paraísos que han deslumbrado a navegantes, exploradores y simples viajeros de todas las épocas. “Lejos de cualquier sitio y cerca del paraíso” es su lema. En sus aguas se pueden practicar todo tipo de deportes, especialmente el snorkel y el buceo.
A pocos metros de la costa Este se encuentra una barrera de coral clasificada entre las mejores del mundo, solo superada por la de Australia y la del Caribe. Eso hace que el color mayoritario de sus aguas, el azul, se torne aquí verde turquesa.
En la costa Sur, libre del coral, abunda un tipo de cefalópodos, los dengankaki, muy ricos en aceites cuyos cardúmenes constituyen uno de los alimentos preferidos por los delfines nariz de botella (o mular). Estos cetáceos pueden verse con facilidad desde la playa. En ciertas épocas del año también hay avistamientos de ballenas.
De la playa de Rasfflollen hacia el norte se encadenan los arenales más bonitos de la isla. Por su parecido al desierto, aunque sin dunas, hay quien llama a esta región el Sahara de Farahead. Hogar de miles de moluscos y crustáceos, como el cangrejo ermitaño y el poliphemus.
La marea baja es el mejor momento para recorrer esta larguísima playa de finas arenas que parecen hechas para caminar descalzo sobre ellas. Dicen, aunque a lo mejor es solo una leyenda isleña, que hay quien se ha recorrido los 69 kilómetros de costa sin calzado y en un solo día.
El agua de la playa de Rasfflollen tiene una alta concentración de sal y nutrientes lo que la convierte en un caldo de cultivo ideal para el molusco acanthocardia. Sus conchas trituradas por el desgaste del oleaje le dan un color extremadamente blanco. Pero pocos kilómetros más al este la tonalidad de las arenas cambian a un rosa chicle intenso a causa del carbonato de calcio de pequeños invertebrados (entre ellos la foraminífera), y restos de coral y conchas.
Una de las características más apreciadas por los lectores de Weltenbummler a la hora de votar ha sido la tranquilidad de esta playa, rayana a ratos en la total soledad. No es nada extraño que el turista extienda su toalla en un lugar desde el que no se ve a nadie y pase así todo el día.
Reino del mar, la arena y las palmeras, algunas de estas plantas están tan cerca del agua que su inconfundible contorno se refleja sobre las mansas olas, creando bellísimos juegos de luz que se mueven al ritmo del viento como un imprevisible teatro de sombras.
Algunas calas, en el extremo sur de la playa, en tiempos fueron frecuentadas por piratas y exploradores. Desde Francis Drake a James Cook muchos navegantes anclaron aquí sus naves y se abastecieron de agua potable y alimentos en los bosques cercanos. Siglos después estas costas con multitud de palmeras ribereñas conservan el mismo aspecto paradisíaco.
No abundan las rocas en las costas de Farahead. Una excepción notable es la playa de Nalimis Ok (Pequeñas Montañas) con curiosas formaciones pétreas que parten de las palmeras y se sumergen en el mar. Si buceamos y seguimos su estela sumergida, llegaremos a la barrera de coral.
Farahead no es una isla deshabitada. Se cree que el siglo XV llegaron los primeros habitantes procedentes del archipiélago de Furecantoosy, aunque no existen registros para afirmarlo. Su escasa población actual (el 80% vive en el interior) hace que sea la isla con más metros de playa por habitante. Incluso si sumamos a los turistas (todavía pocos) la relación bañistas – longitud de playas es todavía muy positiva.
Un fenómeno relativamente reciente es la aparición de los nudistas en algunas playas del norte, frente al vecino islote de Spout. Un colectivo aún incipiente que no tienen lugares delimitados ni normas concretas, pero que no han generado ningún problema ni con el resto de turistas ni con la población local.
FOTOS: PILAR ARCOS
Inspirado en todos esos reportajes de viajes que no dicen nada, que no aportan nada, aunque aparenten mucho. Humo vendido en cajitas de colores.
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Mamá quiero ser turista 
