Después de viajar con muchos grupos de turistas por muchas partes del mundo he llegado a la conclusión de que a muy pocos les preocupa la realidad social o política del país que visitan. Les interesan sus playas, sus paisajes, sus tiendas, su tranquilidad, su patrimonio cultural o el exotismo de sus gentes, pero casi nunca las condiciones en las que viven esos seres humanos.
Por ello está esta sección dentro del blog “Mamá quiero ser turista”, para informarles de cómo es el país que visitan más allá de lo que tienen (o les ponen) delante de sus ojos. Pequeñas crónicas concisas y con un lenguaje claro. Al menos eso pretendo.
Ser un turista comprometido no es solo apuntarse a una ONG y servir para mejorar la situación del pueblo visitado. Es preocuparse por ellos, no solo conocer cómo viven sino también por qué viven así. Estar informado.


Nicaragua ve como se esfuma su proyecto de tener un gran canal

El Gran Lago de Nicaragua y el volcán Concepción. (Foto: Pilar Arcos).

Desde hace mucho tiempo, al menos desde la época colonial española, los diversos gobiernos de Nicaragua han contemplado con mayor o menor interés la posibilidad de construir un gran canal que uniera el Caribe con el Pacífico a través del Gran Lago de Nicaragua.
Un sueño que Panamá sí consiguió en 1914, mientras que el proyecto nicaragüense languidecía. Por fin en 2013, la empresa china HKND con sede en Hong Kong obtuvo del gobierno de Daniel Ortega la concesión de unas obras altamente costosas.
Nicaragua, que mantiene relaciones diplomáticas con Taiwán y no con China (Pekín obliga al reconocimiento de “una sola China”), ha conseguido que Taipei les financie una treintena de proyectos por unos 50 millones de dólares.
De construirse el gran canal de Nicaragua, al de Panamá le saldría un serio competidor, algo muy grave para el país del istmo ya que el 40% del PIB panameño depende de la actividad de esa vía de comunicación marítima.
Panamá también mantenía relaciones diplomáticas con Taiwán hasta que las rompió el pasado mes de junio para establecerlas con China. Solo cinco meses después, el presidente panameño, Juan Carlos Varela, acaba de viajar a Pekín donde ha firmado 19 alianzas de cooperación, y ha dejado abierta la puerta a un posible acuerdo de libre comercio que hace que se esfumen las esperanzas nicaragüenses de tener su propio gran canal.
Solo si Nicaragua estableciera relaciones con China, ese canal volvería a tener posibilidades.

Volver
Dejar un comentario