La Noche Blanca de la Ciudad de Toro mezcla con éxito patrimonio monumental y música

La Colegiata perfectamente iluminada para recibir a la Noche Blanca. Foto: P.A.

La ciudad de Toro, en Zamora, es todo un referente del turismo de interior. Incluida en la Red de Pueblos Mágicos de España en 2022, ha repuntado con mucho éxito el bajón generalizado con que nos castigó la pandemia. Pero le faltaba algo, unir patrimonio monumental y fiesta musical, algo que la Noche Blanca del Patrimonio Toresano ha logrado con éxito.

La estela de condensación (chemtrail) de un avión que parece que va a estrellarse contra la cabecera románica de la Colegiata, poco antes de empezar la Noche Blanca. Foto: P.A.

Se trata de una jornada desde la 8 de la tarde a las 2 de la madrugada en la que en la que torensanos y visitantes han podido admirar de forma gratuita hasta 35 monumentos religiosos y civiles en los que tuvieron lugar conciertos musicales ofrecidos por 17 artistas y grupos.
Según el alcalde, Tomás Del Bien, la intención es “que la gente conozca el patrimonio en un horario donde no haga tanto calor, de noche”.

El avión sobrepasa la veleta de la cúpula de la Colegiata. Empieza la Noche Blanca. Foto: P.A.

Esta sexta edición de la Noche Blanca se ha adelantado a un sábado del mes de mayo, porque las anteriores, celebradas en julio o agosto, tenían que hacerse en día de diario para evitar masificaciones.

Los rayos de luz del óculo de la Colegiata iluminan al angelote de la reja. La Torre del Reloj en la Noche Blanca. Fotos: P.A.

La de este año ha contado con la participación de decenas de voluntarios locales para que, como alguien ha dicho, la ciudad dejase de aparecer en blanco y negro y se llenase de luz, color y sonido.

La bodega del Palacio de los Condes de Requena es una de las cavas subterráneas más interesantes de Toro. Foto: P.A.

En 2022 unas 5.000 personas disfrutaron de la Noche Blanca, este año han sido 7.000, llegadas desde muchos lugares de España y el extranjero. Los escenarios han sido muy variados, desde conventos de clausura (Santa Sofía, Sancti Spiritus, Carmelitas, Mercedarias y Santa Clara) hasta iglesias (la de la Colegiata, la del Santo Sepulcro o la de San Lorenzo) pasando por palacios y otros edificios singulares como el Ayuntamiento, el Teatro Latorre, la Plaza de Toros y varias bodegas.

Toriles de la Plaza de Toros de Toro. Foto: P.A.

Los artistas que han participado también han sido muy diversos, desde el pequeño grupo de cámara de la Escuela Municipal de Música Jesús López Cobos, a Suharma, un músico catalán cantante y compositor del emergente grupo de rock-pop Elefantes. El colofón lo puso el grupo Siloé, un trío de Valladolid que mezcla folk pop y rock.

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