(sin título)

No hay mayor elogio para muchos turistas que decirles que la foto que han hecho es una postal. Al fotógrafo profesional, sin embargo, le ofenderá esta misma apreciación. La postal es una imagen correcta, pero vulgar; obvia y sin nada de creatividad, sin arte.

En la jerga profesional se dice que es un fotón, no a una de las partículas que forman la luz, si no cuando una fotografía es muy buena. Y en alguna ocasión he escuchado decir “¡Vaya fotingo!” cuando se quiere expresar todo lo contrario.

Fotingo se usa en Cuba (y en Canarias) para referirse a los coches antiguos aún en uso. El fotingo de Venturita, por ejemplo, es famoso en Santiago. Procede la palabra de la marca Ford, concretamente del modelo “T” lanzado en 1908, el primero con tres pedales (freno, acelerador y embrague), cuya publicidad rezaba “foot it and go”, es decir, “pisar y arrancar”. De “foot it and go” los cubanos pasaron sin solución de continuidad a “fotingo”.

Otra acepción de esta palabra cubana sería la de “pedo”, por el ruido que hacían los fotingos al arrancar. Esta connotación escatológica unida a la fonética que recuerda a la palabra “foto”, sería suficiente para que fotingo pasase a designar a un foto mala, a un pedo de foto.

Curiosamente yo he considerado fotingos (y lo sigo considerando) a muchas de mis fotos malas, las que antes tiraba a la basura. Pero alguien me dijo que eran auténticos fotones, que tenían arte aunque yo las veía desenfocadas, movidas, oscuras o simplemente sucias. Desde entonces no las tiro y en muchas ocasiones son las que más éxito tienen.

Por eso he unido en esta subsección de “mamá quiero ser turista” mis Postales y Fotingos de las que ya me siento orgulloso.

Nota sobre el autor

Pilar Arcos y yo (Fernando Pastrano) formamos un tándem profesional casi indivisible. Un team de trabajo habitual desde hace años. Ella hace casi todas las fotos y yo casi todos los textos. Pero alguna vez (cada vez más) yo cojo la cámara y ella el bolígrafo (ordenador). Sin embargo las fotos siempre las firma ella (aunque alguna sea mía) y los textos los firmo yo (aunque alguno sea suyo).

      

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Singapur es una ciudad apasionante. Lugar de encuentro entre Occidente y todas las Asias. Su mascota (icono, dirían algunos) es el Merlion, figura mítica mitad pez marino (mer) y mitad león (lion). Esta es la postal de la ciudad, aunque la estropee un poco ese andamiaje que tapa unas obras de conservación.

Postal: Merlion, Singapur

Otra fotingo que no se como ha salido, pero ahí está. Seguramente se disparó la cámara por casualidad. Son las hogueras que acompañan a la procesión de la Virgen de los Pegotes en Nava del Rey, Valladolid. El impasto azul es la carroza de la Virgen acercándose.

Fotingo: Nava del Rey, Valladolid

Un empujón del gentío hizo que se desplazara la cámara y que la cara saliera cortada. El color era malo, en blanco y negro se disimula.

Fotingo: Niña disfrazada de «mamuthon» en los carnavales de Mamoiada, Cerdeña

      

A mediodía, cayendo el sol a plomo, como no se debe de hacer nunca una toma. Menos mal que pasaron unas nubes muy fotogénicas

Postal: Castillo de la Mota en Medina del Campo, Valldolid

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La verdad es que cada día tengo menos claro donde está la línea divisoria entre fotón y fotingo.Las dos imágenes que os presento hoy evidentemente no son postales. De eso no hay duda, pero ¿son fotones o fotingos? A lo mejor simplemente fotos más o menos dignas, pero nada más. Os lo dejo a vuestro criterio.

Botellas antiguas en los anaqueles de las bodegas Viña Tondonia, Haro (La Rioja)

Mi sombra en la fachada de una casa tradicional de Lambayeque, Perú

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Podría ser una postal pues se trata de una imagen reconocible: la Puerta de Alcalá de Madrid, pero el encuadre nos es el habitual en las cartulinas. El coche en movimiento, el tráfico rodeándola por todas partes, refuerza la sensación de robustez del monumento. La diferencia entre el blanco de la puerta y el amarillo de la calle indica una exposición correcta

      

A simple vista es un fotingo extraño, pero enseguida se ve que no, que la foto es buena aunque cueste reconocer el objeto. Se trata de un aplique de luz en una pared del hotel Rocco Forte Agustine de Praga

      

Podría ser una postal, pero no lo es. Tiene suficiente calidad para ello, pero le falta un ingrediente esencial: que sea reconocible, como la Puerta de Brandeburgo, o la Mezquita Azul, por ejemplo. No es un monte, son plantaciones de té en Nuwara Eliya, Sri Lanka (la antigua Ceilán)

      

Podría ser un fotingo, pero no lo es. Técnicamente creo que es una imagen impecable: una silla metálica de diseño vista por detrás. El color no ha sido tratado para simular el blanco y negro, es real. Tomada en el minimalista salón de actos del Centro Cultural de China en Madrid

      

¿Fotingo o fotón? Aquí tengo mis dudas. La imagen es de una callejuela en la medina de Fez (Fes el Baali). Un hombre arrea a un burro. Si tenemos en cuenta que el efecto visual no ha sido buscado sino casual, estaríamos ante una fotingo. Pero si miento y digo que lo que se pretendía era plasmar el embrujo de la medina y su constante trasiego de personas y animales, a lo mejor pasa por un fotón.

      

Postal de Fez (Marruecos). El Zoco de los Curtidores Al-Chauara con sus coloridas piletas donde se tiñen las pieles.

      

Postal de Estambul. Parodiando a una cartulina clásica de los años 80, enmarqué la típica y tópica imagen de la Mezquita Azul con una orla de un azulejo del Palacio de Topkapi, y coloqué al curioso personaje de la heladería «Alpedo» (sic) en un ángulo. ¡Pura horterada!

      

(Postal) Nocturno de Hong Kong desde el Pico Victoria

      

(Fotingo) Podría decir que esta imagen se titula «Banderas» y que he querido que represente las diferentes ideologías con sus diferentes colores ondeando al viento de la crisis sobre un escenario difuso de un consumismo que no se recupera.
Pero en realidad es una vez más un problema de velocidad de obturación, demasiado lenta (a propósito, eso sí) para fijar nítidamente la imagen desde la escalera mecánica en marcha del Mercado San Antón de Madrid.

      

(Postal) Amanece en Dubai. En primer término la ciudad atravesada por el Creek (la Ría) y en el skyline (horizonte) el Burj Khalifa, que con sus 828 metros es el edificio más alto del mundo.

      

Podría decir que una tormenta de arena se abate sobre Dubai. Que los contornos difuminados y el color sepia indican que la opulencia representada por el Burj Khalifa podría ser un sueño efímero.
Pero en realidad se trata de una foto tomada en automático con una cámara compacta desde un avión al amanecer, algo desenfocada y sin nitidez, y que ni el photosop ha podido con ella.

      

Pues ¿qué quereis que os diga? A mi las postales también me gustan. Aquí va una de Lima. La Plaza de Armas con la catedral y a la izquierda el Palacio Arzobispal.

      

¿Fotingo o fotón?

Podría llamarla “Reflejos en el agua”, mejor aún “Reflections on the water”. Podría decir que son las luces de un crucero de lujo reverberando en la superficie del Amazonas. Que simboliza la fragilidad del neón multicolor de la supuesta civilización industrial frente a la contundencia de la oscuridad implacable de la indómita selva milenaria.

Pero en realidad se trata de una foto tomada desde una falúa en movimiento por el Amazonas cerca de Iquitos, acercándose al barco “Aqua”, que espera a los turistas para empezar una de sus afamadas cenas gourmet, que la velocidad de disparo era muy lenta y que el diafragma estaba demasiado abierto.

      

[caption id="attachment_206" align="alignnone" width="640" caption="Postal: Puerta de Brandeburgo, Berlín"]

      

Fotingo: Pekín, zona de bares de Houhai