Viajeros, turistas y culos de mal asiento

Ruinas romanas de Gerasa, Jordania. (Foto: P. Arcos)

Ruinas romanas de Gerasa, Jordania. (Foto: P. Arcos)

Hasta ahora había viajeros y turistas. Hay quienes establecen fronteras infranqueables entre los unos y los otros. Yo no. Creo que se puede viajar siendo turista y turistear siendo viajero. A ratos gana uno, a ratos el otro. Pero ahora también el tradicional bipartidismo ambulante se ha roto al aparecer un tercero en discordia, el culo de mal asiento.

Peregrinos ante la catedral de Santiago de Compostela. (Foto: P. Arcos)

Peregrinos ante la catedral de Santiago de Compostela. (Foto: P. Arcos)

Yo creía (y creo) que lo primero eran las ganas de ir a un sitio, por los motivos que fueren. Luego se buscaba la forma de ir y, de acuerdo a los motivos, el presupuesto económico, el tiempo, etc… se elegía un tipo de viaje. Dicen algunos teóricos que dependiendo de la forma seleccionada se opta por ser viajero o turista. Cómo si el doctor Jekyll pudiera elegir ser mister Hyde. Somos ambos. Siempre que salgo soy viajero, pero también turista, y me gustan las dos formas de moverme.

Plaza Mayor de Lima, Perú, y catedral de Conques, Francia. (Foto: P. Arcos)

Plaza Mayor de Lima, Perú, y catedral de Conques, Francia. (Foto: P. Arcos)

Ahora no es tan sencillo. Acabo de volver a oír (no es la primera vez) que hay un tercer tipo de semoviente humano que no muestra deseo por ir a un lugar especial, que solo sabe que quiere desplazarse, pero no sabe adónde. Supongamos que, puestos a pensar, le gustaría ir Roma pero que si alguien le ofrece un vuelo a Reikiavik por 30€, pues a Reikiavik que se va mañana mismo, aunque ambas ciudades se parezcan como un huevo a una castaña. El único condicionante que tiene en cuenta es el económico. Pues para mí ese señor (o señora) no es un viajero, ni un turista, es un simple culo de mal asiento. Que no está mal, porque servirá a la industria turística, pero no al turismo ni al viajerismo. Algo así como el “lector” (parece que no eran pocos) que hace años compraba el diario Ya, porque era de formato grande y servía muy bien para envolver los bocadillos. Al libro de contabilidad de la empresa le venía muy bien, pero no beneficiaba en nada al nivel informativo o cultural del país.
Si hablar por hablar es parlotear sin decir nada, viajar por viajar es moverse por no estar quieto. Y como dijo el filósofo (Mota lo es) si hay que ir se va, pero ir pa ná es tontería.

Gabriel Subías, Enrique Riera y Juan Luis Arsuaga en la presentación de “B the travel brand”. (Foto: P. Arcos)

Gabriel Subías, Enrique Riera y Juan Luis Arsuaga en la presentación de
“B the travel brand”. (Foto: P. Arcos)

Y esto lo he vuelto a oír en una presentación de la nueva marca “B the travel brand” antes conocida como “Barceló Viajes”. El consejero delegado, Gabriel Subías, y el ahora Director General de Distribución, Enrique Riera, han presentado esta nueva marca, y dijeron que “no era una ruptura” con Viajes Barceló, sino “una evolución… hacia el cliente, el nuevo viajero y sus nuevas necesidades, hacia la nueva cultura del viaje, hacia la agencia de viajes del siglo XXI”.

Presentación de “B the travel brand” en el Impact Hub de Madrid. (Foto: P. Arcos)

Presentación de “B the travel brand” en el Impact Hub de Madrid. (Foto: P. Arcos)

La nueva marca pretende atender de forma más cercana al viajero “convirtiéndose día a día en un compañero multicanal, multiplataforma, siempre en contacto, siempre abierto”. Ahondando en lo que yo llamo culos de mal asiento, Riera dijo que “nuestro sector está muy orientado al producto en lugar de al cliente. Pero hoy es más importante la experiencia que el destino”. Y añadió que “los términos agencia de viajes y turoperador están ya obsoletos. Queremos acompañar al consumidor, hacerle propuestas de valor y estar lo más cerca posible”.
Confieso que al llegar aquí me perdí un poco. Llamadme simple, a lo peor antiguo, pero veo el asunto como un negocio, un toma y daca: yo quiero viajar y tu me ofreces la forma de hacerlo. Si me convences, te lo compro. Así que tendrás que tendrás que esforzarte más que la competencia para persuadirme. Y punto pelota.

Charlando con Arsuaga sobre monos, primates y viajeros en un garaje convertido en espacio de eventos. (Foto: P. Arcos)

Charlando con Arsuaga sobre monos, primates y viajeros en un garaje
convertido en espacio de eventos. (Foto: P. Arcos)

La campaña de la nueva marca hace hincapié en el famoso wanderlust (del alemán “deseo de caminar”), el gen viajero que “hoy, en pleno siglo XXI, todos, sin duda, lo llevamos dentro”. B the travel brand lo llama, claro está, “el gen B”. Y aquí entendí por qué se sentaba en la presidencia del acto Juan Luis Arsuaga, paleontólogo, Director Científico del Museo de la Evolución Humana de Burgos e investigador en Atapuerca. Arsuaga nos contó con la amenidad en él proverbial la relación que hay entre la raza humana y el viaje, y la evolución seguida por el homo sapiens hasta convertirse en “homo itineris”, viajeros, turistas y los culos de mal asiento. Volver
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1 comentario (+¿añadir los tuyos?)

  1. delmo
    May 11, 2015 @ 12:29:43

    No son pocos los que hacen ese tipo de viajes por el precio de los que hablas. También los hay –y yo conozco uno– que se van al aeropuerto y eligen cualquiera de los primeros destinos que figuran en los paneles de salidas.

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