¡Ahora caigo!

A340/600 de Iberia en vuelo Quito-Madrid. (Foto: P. Arcos)

A340/600 de Iberia en vuelo Quito-Madrid. (Foto: P. Arcos)

Vuelo de Iberia 6454 directo de Quito a Madrid. En realidad es el 6114 de Lan operado (siempre me ha hecho gracia este verbo) por Iberia. Embarque normal, es decir, algo retrasado. Mi asiento es el 48D, pasillo. El avión, un Airbus 340/600, tiene 49 filas. Cuando llego a mi sitio, falta la butaca, en su lugar hay un hueco equivalente a un asiento.
No importa, me dice la azafata (a los antiguos no nos gusta llamarlas tripulantes de cabina de pasajeros, y mucho menos TCP). El 48D es el asiento al lado del hueco. Pues vale. En el suelo donde debía de estar la butaca se ve delimitada claramente una trampilla con dos rótulos que dicen: “Do not stand on this area” / “No permanecer en la zona indicada”.
-Señorita, por favor -le pregunto ingenuo- ¿qué es esto del suelo?
-Eso usted no tiene porque saberlo -me responde severa- Solo, que no puede estar encima.
-Es que si voy a estar diez horas al lado, quiero saber que es. Supongo que no será un secreto de Estado -apostillo sonriendo.
-Usted solo tiene que no ponerse encima, nada más -insiste.
-Vamos, que solo puedo pagar y callar.
No hay respuesta. Ella, soleta, sí que calla, y de momento cobra, hasta que le llegue el ERE y tenga que cotizar por la indemnización. Ni tan siquiera se digna a decirme una mentira de esas que constantemente nos cuentan a los sufridos-pacientes viajeros aéreos, a los que nos tratan como a tonticos.
Cartel sobre la trampilla. (Foto: P. Arcos)

Cartel sobre la trampilla. (Foto: P. Arcos)

-Tripulación de cabina cerramos puertas, armamos rampas y cross-check -se oye por la megafonía.
Traducción: l@s azafat@s cierran y preparan las puertas para que en caso de emergencia se despliegue automáticamente un tobogán para la evacuación. Y ya que cada azafat@ es responsable de una salida de emergencia, tienen que comprobar su puerta y la de su compañer@ del otro lado de la cabina. Lo que se dice una verificación cruzada.
Después del despegue, con más vibraciones de lo normal, a lo peor porque voy en la cola, todo se tranquiliza, pero yo no puedo quitarme de la cabeza qué es lo que habrá ahí abajo, ¿para qué servirá el misterioso portillo? ¿Se abrirá cuando menos me lo espere?
Sin duda da a la bodega, pero ¿para qué una entrada desde el interior? Pienso qué es lo que puede ir ahí además del equipaje que no se haya extraviado. Perros es algo habitual, pero sus jaulas ni salen ni entran por trampillas. Los animales más grandes suelen ir en cargos, no en aparatos de pasajeros. ¿Y si como en la película “Serpientes en el avión” va alguna caja cuajada de culebras venenosas y suben por ese hueco? Miro por aquí y por allá y no veo a ninguna Elsa Pataki que, como en el infame filme citado, pueda recomendarnos el aceite de oliva como antídoto para la mordedura de áspid. Otra vez me quedo con las ganas de pedirle “¡Elsa, haznos un pataki!”, que es como llamo a su mejor pose de escorzo posterior, dando relieve a su trasero.
¿Habrá abajo un ataúd con su fiambre dentro? Tantas veces he oído que no es extraño que esto suceda, pero que nunca nos enteramos. ¿Drácula? Así no hay quien duerma.
Intento leer un periódico y una noticia me recuerda la desaparición del avión de la Malaysia Airlines hace más de cuatro meses con más de doscientas personas a bordo y del que todavía no se sabe absolutamente nada. ¿Llevaría trampillas de estas? Y si las llevaba, ¿tuvieron algo que ver en la catástrofe?
No, hombre, no, me digo a mí mismo. A lo mejor es como el juego televisivo “¡Ahora caigo!” y en cualquier momento aparece un Arturo Valls y nos hace preguntas bobas.

Trampilla en el suelo en lugar de un asiento. (Foto: P. Arcos)

Trampilla en el suelo en lugar de un asiento. (Foto: P. Arcos)

¡Efectivamente! Por el pasillo aparece el ex Caiga Quien Caiga. Yo estoy sobre la trampilla prohibida y me pregunta: “¿Qué edificios eran realmente los gigantes que creía ver Don Quijote?” La respuesta debe de encajar aquí: M-L—S — V—-O. Lo sé, como el Sancho Panza que soy se que son molinos de viento, pero no puedo articular palabra. Mi lengua está bloqueada. ¡Ohhh! exclaman los pasajeros mientras el suelo se abre y caigo a las tinieblas…
Me despierto sudando a pesar del frío reinante. No ha pasado nada y nada pasará durante ese vuelo. ¡Ahora caigo! En realidad la trampilla es para un acceso rápido desde la bodega a la cabina en caso de emergencia. Antes, en los vuelos largos, la tripulación cuando se turnaba para descansar lo hacía en unas cuantas butacas que acotaban con unas cortinas opacas al final del avión. En los últimos modelos hay unos compartimentos debajo de la cabina, junto a los del equipaje, presurizados y con literas parecidas a las de los barcos (algunos las llaman “el iglú”), a las que bajan por una escalerilla disimulada en la zona final del fuselaje. Allí reposan sin quitarse el uniforme y en caso de emergencia subirían rápidamente abriendo esas ya no misteriosas trampillas. Son las Crew Rest Areas
Así de sencillo. Con un simple “Es para su uso en caso de emergencia” me hubiera contentado. Yo me conformo con muy poco. Pero esa antipática azafata, más pendiente de su precaria situación laboral que de agradar al cliente, no estaba por la labor. Volver
Dejar un comentario

3 comentarios (+¿añadir los tuyos?)

  1. César
    Jul 16, 2014 @ 07:44:58

    Curioso, pero visto tus experiencias con los aviones, debes estar en la lista internacional de pasajeros a los que hay que incordiar.

    Responder

  2. Alfonso
    Mar 06, 2015 @ 18:13:22

    «Vuelo de Iberia 6454 directo de Quito a Madrid. En realidad es el 6114 de Lan operado (siempre me ha hecho gracia este verbo) por Iberia. «.

    En realidad no es ningún vuelo de LAN que Iberia opere para ellos. Es el vuelo diario de Iberia (IB6453/6454 ó IB6463/6464 según el día) hacia Quito en el que, gracias a los acuerdos de código compartido, LAN puede meter a sus propios pasajeros usando para ello un código/número de vuelo propio y distinto al número de vuelo que utiliza el operador original.

    Esta práctica permite a las compañías aéreas aumentar su oferta de vuelos/asientos ubicando a sus clientes en vuelos ya existentes de otros operadores.

    Dicho de otra manera, es un vuelo de Iberia, operado por Iberia en que además se aceptan pasajeros de LAN y no una operación que Iberia haga a nombre de LAN. En ese caso se trataría de un alquiler con tripulación o «Wet-Lease».

    Saludos.

    Responder

Deja un comentario