Un toro, un león y muchas moscas

El toro y el león de la calle La Mayor. ¿Dónde está la mosca?

Pasear por la ciudad de Toro tiene muchos alicientes. Uno de ellos es descubrir los diferentes murales que ocupan fachadas antes deslucidas y vallas urbanas. En 2016, un grupo de pintores toresanos, coordinados por Carlos Adeva, hizo una veintena de murales para embellecer la ciudad y transformarla en un museo al aire libre. El objetivo era rehabilitar espacios degradados de la ciudad utilizando, en palabras de su alcalde, Tomás Del Bien, “lienzos que hacen volar la imaginación”. Así surgió el “Toro Arte Urbano” (TAU).

La Virgen de la Mosca de la Colegiata de Toro

Todos los años se agrega algún mural nuevo con los más distintos motivos, pero con un detalle en común, todos contienen la imagen de una mosca, un guiño a uno de los cuadros más famoso y enigmáticos de Toro, “La Virgen de la mosca”, que se encuentra en la sacristía de la Colegiata.
Este cuadro, de autor desconocido y estilo flamenco, seguramente data del siglo XVI, en él aparece la Virgen sentada, llevando al Niño Jesús en su regazo. María Magdalena coge una pera que le entrega la Virgen por indicación del Niño. Detrás hay un hombre que podría ser San José y a los pies de María está Santa Catalina de Alejandría, reconocible por la corona y la espada de su martirio, que reposa en el suelo. La cara de esta santa es sin embargo la de Isabel la Católica, lo que indicaría que fue la reina quien mandó pintar el cuadro.
Pero lo que ha hecho famoso a esta tabla al óleo es una mosca, pintada con gran realismo, posada en el manto rojo sobre la rodilla de la Virgen. Una de las muchas leyendas dice que su autor fue Michel Sittow, maestro del color nacido en Tallin (hoy Estonia), y que fue uno de sus discípulos quien la añadió a modo de escondida firma, pues a Sittow le apodaban “La Mosca”.

Mural homenaje director de orquesta toresano Jesús López Cobos

Pues con una mosca ingeniosamente escondida (yo no he sido capaz de ver esta), en 2018 artistas locales y vecinos, coordinados por Carlos Adeva, pintaron un mural como homenaje póstumo al director de orquesta toresano Jesús López Cobos (no confundir con Luis Cobos). La figura del músico, batuta en mano, ocupa toda una fachada lateral del Centro Público de Educación de Personas Adultas. También aparecen otros motivos musicales en la contigua Escuela Municipal de Música, de la que López Cobos fue su benefactor.

Mural del Vino, junto a la Torre del Reloj

Un año antes, la novedad fue el Mural del Vino. Se encuentra junto al Arco del Reloj, o Torre del Reloj, uno de los monumentos más representativos de Toro. Ocupa toda la larga valla de un solar y reproduce en tonos grisáceos la leyenda que dice que para construir la torre se empleó un mortero en el que en vez de agua pusieron vino. Parece una exageración, pero hay que tener en cuenta que en aquella época (s.XVIII) ninguna casa disfrutaba de agua corriente y tenían que traerla con caballerías desde el río, pero prácticamente todas tenían bodegas de vino en su subsuelo. Como dice la frase popular: “Por abundar más el vino que el agua, decían los arrieros que vino para el mortero y por cimientos manojos”.

Padilla, Bravo, Maldonado y Carlos V transmutados en clicks de Playmobil

Otro mural curioso es el que se encuentra en la calle Victoriana Villachica, cerca de la plaza de toros. Se hizo en 2021 para conmemorar el V Centenario del Movimiento Comunero. Su originalidad consiste en que tanto los ajusticiados tras la batalla de Villalar (Padilla, Bravo y Maldonado) como Carlos V aparecen como figuras de los muñecos click de Playmobil. Es un intento de acercar las figuras históricas a los más jóvenes.

No hay turista que vaya a Toro que no pase por delante de este mural

Pero sin duda el mural más popular de todos es el que se encuentra en la calle La Mayor, el eje vertebrador del centro de la ciudad, a la altura del número 9, lugar de paso para todos los que van o vienen de la Colegiata, que es como decir para todos los que visitan Toro. Su autor es de nuevo Carlos Adeva y ocupa el espacio de la puerta de una vieja casona deshabitada. Representa con gran realismo las cabezas de un toro y un león, protagonistas del escudo municipal de la ciudad. En la parte superior hay una corona, símbolo de la monarquía, y bajo el toro una rama de laurel, símbolo del poder. También puede que haga referencia a una frase que la tradición ha puesto en boca de Alfonso IX, rey de León: «Tengo un toro que me da vino y un león que se lo bebe».

El deseo de unos abuelos en la ermita del Cristo de las Batallas

Hay más murales en la ciudad de Toro, pero la gracia puede que esté en encontrarlos casualmente mientras se pasea por sus calles. El último que acabo de descubrir en mi enésimo viaje a esta increíble ciudad en realidad no es un mural, sino un grafiti. Está en uno de los muros laterales de la ermita del Cristo de las Batallas, al otro lado del Duero, en la vega toresana. Extraordinario templo mudéjar construido en el s.XII y que cada año es escenario de una gran romería que conmemora la Batalla de Toro en la que las tropas de los Reyes Católicos se enfrentaron a las de Portugal. Es una frase sencilla, escrita con alguna falta de ortografía que ha sido corregida y que refleja la petición de unos abuelos: “Cristo bendito haz que nuestro nieto nazca bien”. Más claro, agua.

Fotos: P. ARCOS

La Noche Blanca de la Ciudad de Toro mezcla con éxito patrimonio monumental y música

La Colegiata perfectamente iluminada para recibir a la Noche Blanca. Foto: P.A.

La ciudad de Toro, en Zamora, es todo un referente del turismo de interior. Incluida en la Red de Pueblos Mágicos de España en 2022, ha repuntado con mucho éxito el bajón generalizado con que nos castigó la pandemia. Pero le faltaba algo, unir patrimonio monumental y fiesta musical, algo que la Noche Blanca del Patrimonio Toresano ha logrado con éxito.

La estela de condensación (chemtrail) de un avión que parece que va a estrellarse contra la cabecera románica de la Colegiata, poco antes de empezar la Noche Blanca. Foto: P.A.

Se trata de una jornada desde la 8 de la tarde a las 2 de la madrugada en la que en la que torensanos y visitantes han podido admirar de forma gratuita hasta 35 monumentos religiosos y civiles en los que tuvieron lugar conciertos musicales ofrecidos por 17 artistas y grupos.
Según el alcalde, Tomás Del Bien, la intención es “que la gente conozca el patrimonio en un horario donde no haga tanto calor, de noche”.

El avión sobrepasa la veleta de la cúpula de la Colegiata. Empieza la Noche Blanca. Foto: P.A.

Esta sexta edición de la Noche Blanca se ha adelantado a un sábado del mes de mayo, porque las anteriores, celebradas en julio o agosto, tenían que hacerse en día de diario para evitar masificaciones.

Los rayos de luz del óculo de la Colegiata iluminan al angelote de la reja. La Torre del Reloj en la Noche Blanca. Fotos: P.A.

La de este año ha contado con la participación de decenas de voluntarios locales para que, como alguien ha dicho, la ciudad dejase de aparecer en blanco y negro y se llenase de luz, color y sonido.

La bodega del Palacio de los Condes de Requena es una de las cavas subterráneas más interesantes de Toro. Foto: P.A.

En 2022 unas 5.000 personas disfrutaron de la Noche Blanca, este año han sido 7.000, llegadas desde muchos lugares de España y el extranjero. Los escenarios han sido muy variados, desde conventos de clausura (Santa Sofía, Sancti Spiritus, Carmelitas, Mercedarias y Santa Clara) hasta iglesias (la de la Colegiata, la del Santo Sepulcro o la de San Lorenzo) pasando por palacios y otros edificios singulares como el Ayuntamiento, el Teatro Latorre, la Plaza de Toros y varias bodegas.

Toriles de la Plaza de Toros de Toro. Foto: P.A.

Los artistas que han participado también han sido muy diversos, desde el pequeño grupo de cámara de la Escuela Municipal de Música Jesús López Cobos, a Suharma, un músico catalán cantante y compositor del emergente grupo de rock-pop Elefantes. El colofón lo puso el grupo Siloé, un trío de Valladolid que mezcla folk pop y rock.

La cooperación transfronteriza y la iniciativa privada, claves para el desarrollo de La Raya entre España y Portugal

El Auditorio Municipal “Tratado de Alcañices” durante el foro. Foto Pilar Arcos

Con el titulo “La cooperación transfronteriza y su impacto en el patrimonio natural y cultural”, ha tenido lugar en el Auditorio Municipal “Tratado de Alcañices”, de Alcañices, Zamora, una jornada en la que un centenar de técnicos especialistas, representantes de empresas, asociaciones y entidades locales de España y Portugal debatieron sobre estos temas cruciales para el turismo. En tres mesas redondas y una de cierre se analizaron diversas experiencias y se propusieron proyectos de innovación y colaboración transfronteriza.

De izquierda a derecha Lucía Garrote, Enrique Cobreros, Narciso Prieto, David Muriel y Helena Nieto en el Museo del Vino Pagos del Rey. Foto P. Arcos

El acto se enmarcaba en el foro “Territorios con futuro” que reúne iniciativas en torno a la valorización de los recursos patrimoniales de España y Portugal como clave para el desarrollo de La Raya, zona fronteriza entre ambos países.
Durante los días previos, la zona comprendida entre Zamora y Tras Os Montes, desde Toro a Braganza, recibió la visita de un grupo reducido de periodistas y blogueros especializados. La inauguración y presentación para este grupo de informadores se realizó en el Museo del Vino Pagos del Rey, un museo enológico situado en la localidad de Morales de Toro, dedicado a la difusión de la cultura, historia y tradición del vino.

Fachada y claustro del convento de San Francisco de Alcañices durante el foro. Foto Pilar Arcos

En este acto participaron Enrique Cobreros, director de AEICE; David Muriel, director de desarrollo territorial de AEICE; Narciso Prieto, director de comunicación de Caja Rural de Zamora, entidad patrocinadora principal del foro; Lucía Garrote de la Fundación Santa María la Real y Helena Nieto de la Ruta del Vino de Toro.
“Territorios con futuro” es una iniciativa materializada en otro foro realizado en 2021, cuyo objetivo fue el de desarrollar el territorio desde la iniciativa privada.

Gran afluencia de participantes en el Auditorio Municipal “Tratado de Alcañices”. Foto Pilar Arcos

La mesa de conclusiones tuvo lugar cinco días después en el Centro Cultural del convento de San Francisco de Alcañices. Estaba compuesta por Paula Conde, de la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico; José María Polo Fernández, gerente de Adata y Javier Quintana López, director del Área de Proyectos de Patrimonio Global. Tras oír a todos los ponentes se llegó a la conclusión de que la cooperación transfronteriza es vital para fortalecer la dinamización de la Raya y que “el Valle del Duero constituye uno de los ejes principales en la articulación territorial de la Península Ibérica, motor de desarrollo agrícola, ganadero, industrial y cultural”. Otra de las conclusiones del foro es que la intervención privada es “fundamental para aportar la inversión necesaria para la sostenibilidad del desarrollo rural”.

Intervención de algunos periodistas y blogueros. Foto Pilar Arcos

“Territorios con futuro” se enmarca en el proyecto DuraDOURO, dentro del programa europeo Interreg POCTEP, que ha nacido con el objetivo de visibilizar los recursos y experiencias desarrollados en proyectos anteriores como Flumen Durius, Ruta Ibérica, Paisaje Ibérico o Discover Duero Douro, que supusieron años de investigación y recopilación de recursos culturales, paisajísticos y humanos de este territorio a caballo entre España y Portugal.

Laura Fernández explica como realizó su acta visual. Foto Pilar Arcos

Acta visual de Laura Fernández. Foto Pilar Arcos

Durante toda la mañana que duró el foro y en tiempo real, Laura Fernández de The Spells Factory realizó un dibujo que, a modo de acta visual, resumió todo lo que allí se trataba mientras se proyectaba en la gran pantalla del auditorio.

Arroz a la zamorana como colofón del foro. Foto Pilar Arcos

Al finalizar, todos los asistentes pudimos degustar un almuerzo en el que fueron protagonistas un típico arroz a la zamorana, dulces portugueses y vino de Toro.

Haikus perecederos

Los haikus son pequeños poemas tradicionales japoneses. Solo tienen tres versos y no es necesario que rimen. En origen tenían 17 sílabas en total (5-7-5) pero al traducirse o componerse en otros idiomas perdieron esa métrica.
Su temática es fundamentalmente la naturaleza. Los dos primeros versos suelen ser descriptivos y el tercero remata el poema con una consecuencia.
El gran maestro Basho (1644-1694) lo definió así: “Haiku es simplemente lo que está sucediendo en este lugar, en este momento”. Uno de sus haikus más conocidos es: “Un viejo estanque / Una rana salta / Ruido del agua”.
Hace unos años la editorial Hiperión publicó una antología de haikus clásicos titulada “Jaikus inmortales”. Los míos tienen fecha de caducidad, son perecederos.

Navarra trae a Madrid sus espárragos y alcachofas de Tudela

De las cinco Indicaciones Geográficas de Navarra, las del espárrago y las alcachofas de Tudela puede que sean las más populares. Precisamente es ahora cuando empieza la temporada de su recolección. El Espárrago de Navarra es de un color blanco marfil y textura suave. Es uno de los productos más representativos de la Ribera del Ebro.
Por su parte, de todas las verduras que se cultivan en España, la Alcachofa de Tudela es una de las más apreciadas. Tiene forma redondeada con un orificio circular en la parte superior, debido a que sus hojas no llegan a juntarse
para cerrar la cabezuela. Ya lo dice la coplilla: “Del cardo la hoja, de la alcachofa el corazón”.

Los protagonistas de la presentación y aperitivo. Foto: P. Arcos

Pues con estos dos productos por bandera, se ha celebrado en el restaurante Seeds de Madrid, que se encuentra en el edificio del MOM Culinary Institute, la presentación de la tercera edición de la Ruta del Espárrago de Navarra y la Alcachofa de Tudela en Madrid.

Terraza del MOM Culinay Institute durante la presentación. Foto: P. Arcos

Al acto ha asistido Itziar Gómez, consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, quien ha subrayado que “El espárrago y la alcachofa están en su mejor momento y gozan de sus características en plenitud, saludables y, además, de una extraordinaria versatilidad para adaptarse a las tendencias gastronómicas más actuales. Estoy segura de que los madrileños y madrileñas van a disfrutar de esta ruta gastronómica y de la oportunidad de conocer el producto de la huerta navarra y su calidad”.
Por su parte, Belén Huarte, técnica de la Dirección General de Turismo, que presentó las rutas con que cuenta Turismo de Navarra para descubrir el patrimonio gastronómico de la comunidad foral.

Presentación en el MOM Culinary Institute. Foto: P. Arcos

Cuatro cocineros navarros elaboraron un menú de siete platos a base de verduras de la huerta navarra, cada uno de ellos armonizado (en gastronomía se debería evitar el término “maridar”) con diferentes vinos de la D.O. Navarra. Se trata de Ricardo Gil, del restaurante Treintaitrés, de Tudela, y La huerta de Tudela, de Madrid; Leandro Gil, de La Biblioteca de Pamplona; Nicolás Ramírez, del Túbal, de Tafalla; y Jesús Íñigo, cocinero de Hela Alimentación.

Espárragos de Navarra con praliné. Foto: P. Arcos

Empezamos con un aperitivo a base de espárrago de Navarra con praliné confitado con aire de Parmesano, salsa bearnesa y huevo escalfado, preparado por los estudiantes del MOM Culinary Center, que armonizó con un vino Príncipe de Viana Edición Blanca 2022.

Guisantes lágrima. Foto: P. Arcos

Siguieron unos espectaculares guisantes lágrima cocinados en agua de tomate en verde por Leandro Gil y regados con un Nekeas Chardonnay Cuvee Allier 2021.

Duquesa de patata a la importancia. Foto: P. Arcos

La duquesa de patata a la importancia (melosa y untuosa) estaba en salsa verde con borraja y quinoa roja crujiente, de Ricardo Gil. Vino rosado Palacio de Sada 2022.

Salteado de verduras de primavera. Foto: P. Arcos

Después un salteado de verduras de primavera, perrechicos, huevo, foie fresco y avellanas, elaborado por Nicolás Ramírez. Vino Albert Rocío 2022 se Finca Albert.

Tagliatelle de espárragos. Foto: P. Arcos

Parecía pasta, pero eran en realidad unos tagliatelle (tallarines) de espárrago a la brasa y mollejas de ternera con su rillete (paté blando) y brotes de espárrago fresco, de Jesús Íñigo. Armonizó perfectamente con un Llagares tinto garnacha 2022 de Bodegas San Martín.

Prepostre de alcachofas de Tudela. Foto: P. Arcos
Queso del Roncal con crema de vainilla. Foto: P. Arcos

El “prepostre” fue una alcachofa de Tudela elaborada por los estudiantes del MOM. Al que siguió un queso D.O. Roncal con namelaka (crema) de vainilla y lavanda con frutas, hecho por el restaurante Seed y acompañado por un blanco garnacha 2021 de Pagos de Araiz.

Preparación del postre y aspecto de la sala del restaurante Seeds. Foto: P. Arcos

Todo un banquete para anunciar que algo parecido podremos degustar en 23 restaurantes de Madrid hasta el 25 de mayo.
Estos establecimiento son:
A’Barra en la calle Del Pinar, 15; Alabaster, calle de Montalbal, 9; Amano, plaza Matute, 4; Asador Guetaria, calle del Aviador Zorita, 8; Berría, plaza de la Independencia, 6; Betelu, calle Florencio Llorente, 2; Bistronomika, calle Ibiza, 38; Casa Alberto, calle de las Huertas, 18; Casa Ciriaco, calle Mayor, 84; Casa Julián, calle de Don Ramón de la Cruz, 12; CEBO, Carrera de Sa Jerónimo, 34; El Invernadero de Rodrigo de la Calle, calle Ponzano, 85; Joselito’s, calle Velázquez, 30; La Casa del Abuelo, Goya 57; La Cocina de Frente, calle Ibiza, 40; La Huerta de Tudela, calle Prado, 15; La Manduca de Azagra, calle Sagasta, 14; La Retasca, calle Ibiza, 38; Las Reses, calle de Orfila, 3; Piantao, Paseo de la Chopera, 69; Taberna Verdejo, calle General Díaz Porlier, 59; Triciclo, calle de Santa María, 28; y Voraz, calle Fernando el Santo, 25.

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