Más allá de las playas tranquilas, los puertos evocadores, la gente guapa, la moda adlib y la fiesta, Ibiza guarda para el visitante una importante oferta gastronómica todavía no muy conocida. En palabras de la concejala de Turismo y Comercio, Dessiré Ruiz “Tenemos que ser un referente en gastronomía como lo somos en otras áreas de ocio y que se vea todo lo que viene pasando en Ibiza desde hace tiempo”.
Y es que la gastronomía ibicenca tiene su propia personalidad basada en el producto de calidad. Y para darla a conocer ha nacido el proyecto “Eating in Ibiza”, promovido por Fomento del Turismo de la isla donde confluyen y se funden el terruño y el mar, donde conviven en perfecta armonía simbiótica la cocina más tradicional y la más vanguardista.
“Ibiza sabe a tierra y mar” es una propuesta que ha traído hasta Madrid el Ayuntamiento de Ibiza, protagonizada por los chefs ganadores de los primeros premios de Gastronomía de la isla, otorgados por la concejalía de Turismo del Ayuntamiento: Óscar Molina, Catalina Riera, Paulina Mauvecín y David Reartes. Cuatro prestigiosos cocineros que han llegado hasta los fogones de Sa Brisa, uno de los restaurantes ibicencos más reconocidos de Madrid, y han mostrado sus habilidades culinarias ante un grupo de periodistas y críticos gastronómicos.
“Esta era una acción programada en el marco del pasado Fitur, que se aplazó debido a la situación sanitaria”, puntualizó Dessiré Ruiz.
Óscar Molina (Barcelona 1979), actualmente chef ejecutivo del restaurante La Gaia (en el Ibiza Gran Hotel), ganador de una estrella Michelín en 2021 y Premio Nacional de Gastronomía en 2004, tiene su propia visión de la cocina fusión, y como el mismo ha dicho, se considera una de las patas de una misma mesa.
Catalina Riera, ibicenca, propietaria y chef del restaurante Ca n’Alfredo, uno de los más antiguos de la isla, es una apasionada de la cocina tradicional ibicenca. Platos de varias generaciones que nunca pasan de moda. Memoria viva de la gastronomía de la isla.
David Reartes (Barcelona 1968), chef de Re-Art, “taberna de espíritu urbano”, y de Pomona, donde el mundo vegetal de temporada es el rey, representa a una cocina innovadora con rasgos de sabores añejos.
Paulina Mauvecín (Buenos Aires 1982), autodidacta, es la chef de Eat is Life, “donde sabor y salud se encuentran”. Su cometido en esta propuesta es dar a conocer que Ibiza también es tierra de hortalizas, frutas y verduras, y para ello despliega una cocina sana, vegana y de kilómetro cero.
Como anfitrión de lujo, Ernesto Portuondo (Cuba 1994), chef de Sa Brisa, nos abrió su casa aunque en esta ocasión le gustó definirse como “un comensal más”.
Empezamos la velada con un cóctel-aperitivo de bienvenida a base de pinchos de remolacha en escabeche dulce y gel de coco, tomate encurtido con erizos de mar, taco de atún rojo con sabayón de Txume y sal de Ibiza. En la copa, vino espumoso Blanc de Blancs Can Rich (extra brut).
Una vez sentados nos sirvieron para seguir abriendo boca un crujiente de semillas con kosho de limón ibicenco y Kombucha de té.
El primer entrante fue un sukemono de calabaza con vinagreta de mostaza, una taza de jugo de cerdo negro y una ensaimada. El conjunto llevaba el sello de Óscar Molina. De bebida, vino blanco Ereso Can Rich.
El segundo entrante fue un canelón de gamba roja ibicenca con pico de gallo y mayonesa de chipotle, que le daba un toque picante muy agradable. De este plato se come todo, incluso la churruscadita cabeza de la gamba. El vino blanco seguía siendo un Ereso Can Rich.
Llegó el primer plato principal con el nombre que nos había convocado en Sa Brisa como por ensalmo. “Tierra y mar” es un guiso de guisantes lágrima de Ibiza. Lo acompañaba un aéreo frito (buñuelo) con emulsión de huesos con sal de la isla. Y un crujiente demi-glace (galleta fina) de huesos y almendras. En la copa, tinto Lausos Can Rich (cabernet sauvignon).
El segundo principal era nada menos que un arroz meloso de “matances”, un auténtico y refinado estofado que Catalina Riera confesó que era la primera vez que lo elaboraba de esta manera. Tinto Lausos Can Rich.
Al postre costaba trabajo llegar después de tan copioso menú, pero una espléndida tarta de cacao con chili, regada con vino dulce San Rich (malvasía), mereció la pena.
Café y licor de hierbas ibicencas Can Rich.
La velada se completó con una actuación de la cantante Zaira.
¿Punto final? No, habrá que seguir comprobando in situ lo que ya sabemos, que Ibiza tiene un sabor especial.